Christoph Seeßelberg
Dado que la mayoría de las estructuras de rodadura de las grúas del mundo occidental se instalaron en las décadas de 1960 y 1970, existe una enorme necesidad de renovarlas. Aunque no son famosas por su glamour, líneas de producción enteras pueden pararse si las grúas dejan de funcionar. El problema más frecuente son las uniones inadecuadas y el aflojamiento de pernos.
Usted es un reconocido experto en vigas-carril y ha tenido una prestigiosa carrera en ingeniería estructural y construcciones de acero. ¿Dónde le ha llevado esto?
Como oficial del ejército alemán, estudié Ingeniería civil en la Universidad del ejército alemán de Múnich. En mitiempo libre, preparé mi tesis. Después de abandonar el ejército, terminé mis estudios con un Doctorado en Ingeniería (Dr.-Ing.) en la Universidad Técnica deAquisgrán (RWTH Aachen University).
Mi primer trabajo fue en la empresa aeroespacial alemana Dornier, un sitio poco usual para un ingeniero civil. Pero trabajé en la durabilidad y la resiliencia de construcciones dinámicas, como puentes y aerogeneradores, y después llegué al mundo de las vigas-carril. Durante los últimos 26 años, he estado impartiendo clases e investigando en la Universidad de Ciencias Aplicadas de Múnich, escribiendo libros y asesorando a empresas privadas.
¿Por qué son tan fascinantes las vigas-carril? A primera vista, no parece ser una tecnología de vanguardia.
Es verdad. A primera vista, las vívigas-carril son algo bastante aburrido y, digamos, no muy «sexy». Básicamente, simplemente hay una viga de acero que llega a uno, dos o más vanos. Pero si se mira más de cerca, es muy emocionante. Es una infraestructura crítica y que debe garantizar la seguridad y la durabilidad a largo plazo.
Hace poco asesoré a una empresa alemana de la industria pesada. Reportaban unas pérdidas de un millón de euros cada día que su viga-carril estaba fuera de servicio, y necesitaban mantenerla en funcionamiento al mismo tiempo que invertían en nuevas grúas. Así que encontramos una forma de mantener la grúa en funcionamiento utilizando una sustitución de piezas «mínimamente invasiva». Fue un proyecto fascinante.
Es solo un ejemplo de lo importante que son las vigas carril para casi todos los sectores industriales. Independientemente de que se trate de la industria pesada, como la producción de acero, el montaje de automóviles o la industria mecánica ligera, la elevación de componentes pesados es fundamental.
Me gusta compararlo con una arteria. Cuando se obstruye, la producción se interrumpe. Cuando ocurre en un alto horno, es una catástrofe. Es uno de los peligros más infravalorados de muchas industrias: nadie se preocupa mientras funciona.
Son muchas las instalaciones en todo el mundo que se están quedando obsoletas. ¿Cómo de grave es este problema?
En Alemania, más del 50 % de las vigas-carril se instalaron en las décadas de 1950, 1960 o 1970. En este momento, sobrepasan con mucho su vida útil técnica de unos 25 años y necesitan un mantenimiento y una actualización periódicos. Así que la pregunta es, ¿se deben sustituir o es posible tenerlas durante otro par de años mientras se planifica su reemplazo?
Debemos ser conscientes de que la industria ha cambiado mucho. Las cargas de elevación son cada vez más pesadas. Y, hoy en día, las normas técnicas anteriores a 1980 ya no son adecuadas. Es un problema real. Pero no diría que es una bomba de relojería, ya que hay soluciones.
¿Cuáles son las principales deficiencias?
Cada viga-carril que tenga más de 25-30 años tendrá defectos. Los principales problemas son grietas en la estructura de acero, tornillos aflojados o incluso ausencia de los mismos. Durante las inspecciones periódicas, las uniones y los tornillos son los problemas más habituales. Según mi experiencia, representan el 80 % de los fallos notificados, de ahí que sea los más importantes.
Por desgracia, la norma alemana que regula las inspecciones, la VDI 6200, no está muy difundida ni se aplica de forma sistemática. Si no utilizamos la norma, existe el riesgo de que los problemas sean tan descomunales que los componentes se caigan y provoquen accidentes graves.
A la hora de asegurar las uniones, ¿cuál es su solución preferida?
En el caso de los pernos precargados, debemos asegurarnos de que no pierdan la precarga. Una forma perfecta de hacerlo es utilizar las arandelas de bloqueo por cuña Nord-Lock. Pero, por desgracia, recibo casi a diario propuestas de soluciones con contratuercas o tuercas autoblocantes Palnut, que son comple[1]tamente inadecuadas. Esto se debe a que muchos ingenieros de construcción no están familiarizados con la carga dinámica.
Pero las grúas siempre producencarga dinámica, lo que significa que incluso una precarga perfecta perderá precarga con el paso del tiempo. Es increíble la rapidez con la que esto pasa. Incluso a mí me sorprendió cuando Nord-Lock expuso las diferentes soluciones de bloqueo en la Universidad de Ciencias Aplicadas de Múnich. Las contratuercas y las tuercas autoblocantes Palnut se aflojan en cuestión de segundos cuando se ven expuestas a vibraciones. Solo las arandelas de bloqueo por cuña permanecieron apretadas.
¿Prevee algún avance significativo en el futuro de las vías de grúa?
Espero que se produzcan cambios en los sistemas de control electrónico de las grúas, lo que posibilitará la adaptación a diferentes cargas en distintas partes de las vías de grúa. Esto permitiría usar vías de grúa más antiguas durante más tiempo. Otra tendencia es que nos estamos pasando del acero S235 al acero S355. Por último, la tendencia es utilizar perfiles de brida más anchos para las vigas, lo que mejora la estabilidad.
En su opinión, ¿qué papel jugarán los futuros ingenieros?
Los ingenieros tienden a centrarse en cuestiones puramente técnicas sin preguntarse qué significa para la sociedad. Debemos adoptar una visión más amplia y pensar de forma innovadora. Por ejemplo, en la Universidad de Ciencias Aplicadas de Múnich, los estudiantes deben estudiar al menos dos asignaturas que no estén relacionadas de ningún modo con temas de ingeniería. A veces las personas se burlan de esto porque creen que es innecesario, pero, como ingenieros, debemos ser más sensibles y responsables.