Dondequiera que encuentre uniones empernadas, es probable que también se encuentre tuercas y pernos que se aflojan y pierden fuerza de amarre. Y da igual que diseñe para proyectos masivos de construcción de infraestructuras o si está absorbido en su propio proyecto aficionado para mascotas, la cosa es que tiene un objetivo común: asegurar las uniones atornilladas de la forma más eficaz posible.

Sam Retke es un excelente ejemplo de ello. En su tiempo libre, lo más probable es encontrarlo en su garaje de Las Vegas, traba-jando en su VW para las carreras de aceleración. Representante de ventas de profesión, lleva corriendo desde 2016, pero ya desde niño le había picado el gusanillo de las carreras de coches.

«Solía ver las carreras en los circuitos en la tele», comenta. «Mi tío Brian era un chico VW cuando crecí, así que por eso me zambullí en las carreras con un VW. Pero soy autodidacta, aprendí leyendo artículos y viendo vídeos de YouTube».

Las vibraciones extremas son todo un reto

Retke compite en carreras de arrastre de un cuarto de milla (aprox. 400 metros), donde a menudo compiten entre sí mode-los de VW espectacularmente remodelados y pintados. Su coche actual, un VW Rabbit de 1984, aún no ha pisado la pista, pero el objetivo inicial es registrar una marca de 10,5 segundos.

Este tipo de velocidad les pasa una factura muy importante a los coches de carreras, especialmente porque son increí-blemente rígidos y vibran mucho. Como resultado de ello, las vibraciones extremas pueden hacer que las tuercas y los pernos se aflojen fácilmente. Por ejemplo, si fallan componen-tes críticos como los soportes de la transmisión, o si un perno se sale, puede cambiar la geometría del motor o la transmisión, lo que provoca una rotura.

«Sin duda alguna, he 'ovalado' algunos orificios debido a que los pernos se aflojan», nos dice Retke. «Sí que tuve un problema con algunos pernos que se aflojaban en los acce-sorios atornillados al motor, como el tensor de la polea de la correa y la carcasa de la temperatura del agua».

Encontramos una solución fiable por la que decantarnos

Retke había probado el sellador de roscas para resolver el problema, pero ni siquiera eso lo resolvió de forma permanente. Entonces un amigo que también hacía carreras de arrastre, le habló de una solución más duradera. Ese amigo había utilizado arandelas de bloqueo por cuña de Nord-Lock en su VW GTI 1992 y el resultado fue todo un éxito.

«Encontré una ferretería cerca de donde vivo que dispone de esas arandelas en stock, y ahora tengo casi cien unidades de diferentes tamaños en mi tienda», afirma Retke.

Las utilizo básicamente en todos los sitios donde las aceptan. Las utilizo en componentes críticos, como los soportes de la transmisión. Son increíblemente adecuadas para cualquier componente de suspensión debido a las vibraciones.

Las únicas áreas donde no utiliza las arandelas de bloqueo por cuña son «componentes que requieren un procedimiento de par de apriete especial, como 149 pies-libras [202 julios], retroceder 180°, apretar a 50 pies-libras [68 julios] y luego girar 60°. La que estoy utilizando actualmente fuera de la potencia calorífica oficial es mi conexión turbo al colector de escape. No me han dado ningún problema, pero a menudo compruebo que la potencia calorífica llegue hasta 800 °F [427 °C], por encima de la potencia calorífica oficial».

Una comunidad unida como una piña

Participar en carreras de coches VW como afición aporta mucha camaradería y alegría. «La comunidad de carreras de VW es muy cercana», dice Retke. «Vamos juntos a las ferias de coches y nos ayudamos unos a otros, por ejemplo, con las piezas».

Dice que la preparación puede ser la parte más divertida: «El hecho de que tu compañero se pase a visitarte, beberte unas cervezas, asegurarse de que todo funciona y, a continuación, los preparativos de los eventos».

Esta afición también le ayudó a superar el confinamiento por la COVID-19 sin perder la chaveta. «No tenía donde estar pero sí mucho más tiempo libre. Así que me iba al garaje y trabajaba en el coche ocho horas al día a veces. Era perfecto tener algo en lo que meterse de lleno».

Una búsqueda interminable de la perfección

Ahora que las cosas son de nuevo relativamente normales, Retke espera con ganas poder participar en más carreras. Y siempre hay algo más que hacer en el coche, o en los coches, en los que está trabajando. «Cuando tengo una afición», dice, «pongo toda la carne en el asador y nunca estoy satisfecho. Así que siempre voy a una tienda para que me hagan más cosas, en lo que respecta a la jaula y más cuestiones de seguridad, preparando el coche para ir más rápido en el futuro».

¿Y a su esposa no le importa? «No», dice Retke riendo, «siempre dice que no se puede enfadar cuando trabajo en el garaje. Al menos estoy en casa».

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