Una solución innovadora para un puente especial

140 metros de longitud, 45 metros de ancho y 3.400 toneladas métricas de peso. Y tonalidad dorada. El nuevo puente de Estocolmo será, sin lugar a dudas, un nuevo referente en la capital de Suecia. Un proyecto que ha retado incluso a los ingenieros de diseño con más experiencia.

El intercambiador de Slussen es un punto icónico en Estocolmo. Situado en pleno centro de la ciudad, representa una parte clave en la infraestructura de la capital. Slussen se encuentra en la confluencia del lago Mälaren con el mar Báltico, con una larga historia mercantil. En 1642 se construyó la primera esclusa que ajustaría la diferencia entre el nivel de agua del mar y del lago. La esclusa actual se hizo hace 85 años y su estado ya es precario. Es por ello que la ciudad de Estocolmo ha decidido reemplazar los dos puentes actuales, que conectan los puntos céntricos de Södermalm y Gamla Stan, con un nuevo puente de acero. La nueva esclusa aumentará la cantidad de agua drenada del lago Mälaren, reduciendo así el riesgo de inundaciones que pueden poner en riesgo el agua potable de una región con gran densidad de población. Debido a su ubicación en el corazón de Estocolmo, el desarrollo de Slussen ha sido un tema candente durante décadas. Toda esta atención es uno de los aspectos que hace que el proyecto Slussen sea tan especial. Su configuración es otro aspecto clave. Construir un puente nuevo en mitad de una gran ciudad, sin detener complemente el tráfico durante varios años, es complicado. "Cientos de peatones pasan a diario por este punto. Así que se ha construido un puente temporal, dejando espacio para la base del nuevo puente", explica Tomas Bergström de la consultoría de estrategia y operaciones sostenibles Ramboll, la empresa que ha trabajado en este proyecto en representación de la constructora Skanska. Las restricciones de tiempo, la durabilidad y el peso son las principales razones de que el puente se construya íntegramente en acero. "Si el puente completo se construyese en hormigón, se tardaría un año más", indica el Director de diseño de Ramboll, Tore Lundmark.3D drawing of the bridge with Expander System, delivered complete with axle and bearing

El grosor del puente varía, al igual que su altura. La sección sur del puente tiene siete metros de altura, mientras que el extremo norte colindante con el centro medieval histórico de Gamla Stan, apenas alcanza un metro de altura. Se trata de un proyecto complejo, que ha llevado al límite la paciencia y el aguante de los ingenieros de Ramboll y Skanska. "Diseñamos 550 planos. Se trata de más del doble de los necesarios para nuestro próximo proyecto de gran envergadura", indica Tomas Bergström. A fin de abordar los movimientos generados por el puente, Ramboll ha optado por columnas de bisagra con ejes del sistema Expander como montantes. El sistema Expander del Grupo Nord-Lock se utiliza con frecuencia entre piezas móviles en maquinaria industrial, pero los diseñadores del puente de Ramboll descubrieron que encajaba perfectamente bien en el diseño tan específico del proyecto Slussen. "La presión en los cojinetes ejerce prácticamente la misma fuerza hacia dentro que hacia afuera. Los movimientos son tan grandes que tuvimos que elegir las columnas de bisagra, con cojinetes esféricos y un eje pasante, donde dichos ejes respondieron a nuestras necesidades", añade Tore Lundmark. El puente se recibirá de China en una única pieza, donde sus 72 partes han sido ensambladas por las mayores empresas de construcción de puentes del mundo. A su llegada a Estocolmo, se moverá a Slussen en pontones por dos canales, y después se asentará sobre su base de apoyo. El nuevo puente se instalará durante la primavera de 2020, y su inauguración oficial se estima para el verano de 2021. Será todo un referente en el corazón de la capital sueca.

Una construcción ambiciosa que nada contra corriente "En la actualidad, los proyectos de construcción de puentes son de gran envergadura. Rara vez tenemos que construir puentes para cruzar un río, porque por lo general ya se han construido", indica Tore Lundmark, Doctor honoris causa en la Universidad Tecnológica de Luleå de Suecia El Sr. Lundmark ha diseñado puentes desde principios de los años 80, y durante su amplia trayectoria profesional, ha asumido diferentes cargos en varios proyectos de gran envergadura. La estandarización y una actitud modular son ahora conceptos dominantes en algunos sectores de la industria de la construcción. Pero los proyectos de edificación de puentes nadan contra corriente. Cada vez son más y más complejos. "Rara vez hay piezas rectas y la estandarización es casi imposible. La mayoría de puentes se curva o tiene anchos variables. Cada puente tiene unas particularidades y un carácter propio", puntualiza Tore Lundmark.